jueves, 16 de mayo de 2013

Posibilitando políticas hoy...


Democracia a golpe de click


Desde hace bastante tiempo (creo ser parte de una gran mayoría) tengo la sensación de que la clase política en general no comprende los nuevos valores/paradigmas de los tiempos que vivimos. 
En mi aproximación cotidiana a las noticias, esta sensación se convierte en realidad palpable. Observar las medidas que día a día toman los gobernantes en el orden local, estatal y en muchas partes del globo, es confirmar esta percepción.
Poco a poco según algunos y a velocidad extrema, en impresión de otros, se van dando pasos hacia la realidad de la Publicidad 2.0, el Trabajo 2.0, el Comercio 2.0 ¿Para cuándo la política 2.0 de verdad?

Es cuanto menos curioso el cómo asistimos constantemente a experiencias contradictorias: 
Por un lado, ciudadan@s disconformes con el estatus quo, que deciden decir sí a convertirse en agentes del cambio, de la transformación de la realidad de diversos modos.
Por otra parte, anuncios y medidas que se repiten burlándose de esta voluntad popular...
Sirva de muestra lo que se expresaba en las redes sociales y los medios de información el 10 de abril pasado: el hashtag en twitter #300m, reflejando la opinión de miles ante la medida del Ministerio del Interior sobre escraches a políticos. O los de #Forcades #Oliveres haciendo referencia a la iniciativa de Teresa Forcades y Arcadi Oliveres y su propuesta presentada por primera vez en el programa Singulars

Ayer, aniversario del 15M, también el gobierno en Valencia como metáfora de este “no entender” provocaba un nuevo hashtag en la ciudadanía indignada: #País Valencià 


¿Es posible el cambio en la forma de hacer y vivir la política?Visto desde otro lugar... 

¿no será que ya estamos cambiando?

 

"La política el arte de lo posible" 
Aristóteles
Y creo que muchas veces más está invitada a serlo de  lo imposible...

Señalamos, como ya señalan otr@s, que 2 son los motivos más relevantes por el cual nos encontramos en lugar diferente, de un cambio de paradigma: 
_ la abundancia de información y
_ las posibilidades de participación.

“Una generación cada vez más educada y conectada a Internet, como destacamos a menudo y recordamos como tendencia este 2013, se levanta cada vez en mayor medida contra el abuso de poder" Dolors Reig

 La brecha...

Si algo nos ha enseñado la ciencia ficción en su capacidad de imaginar distopías y utopías es que cuando tomamos distancias de nuestros presupuestos y discursos de civilización, podemos hasta juzgar como irracionales muchas de nuestras conductas o estructuras sociales. ¡Cuántos libros!... y películas, describen imperios totalitarios, héroes o antihéroes que de repente, toman el clamor de muchos y muchas para destronar a esos poderes fácticos.
¿Por qué si somos capaces de emocionarnos y hacer éxito de taquillas y best- seller estas narraciones, nos parece como imposible el crear una democracia real?
En diferentes canales de expresión: en tweets, likes y tipos de share somos capaces de compartir el desagrado ante acciones que insultan el valor de lo político. 
Hoy más que nunca la brecha se agiganta entre la gobernabilidad de facto y la opinión generalizada que no se haya expresada ni tiene representación en estos gobiernos.



Epílogo posible... a modo de hipótesis momentánea: ¿Será quizás, que el cambio no se de en la clase política sino que un día, directamente, sea esta relevada? ¿Que tal vez un día nos encontraremos que esta clase ha desaparecido debido a que tod@s estamos cambiando hacia un gobierno abierto?

viernes, 10 de mayo de 2013

Recuperando utopías...


Es bueno renovar nuestra capacidad de asombro
_dijo el filósofo_. Los viajes interplanetarios 
nos han devuelto a la infancia.
 Ray Bradbury 
 presentación de Crónicas Marcianas.


 ¿Cuáles deberían ser los objetivos de la educación/ formación de hoy, 

las utopías que debemos recuperar o inventar? 


Estas son algunas de las preguntas que han sido propuestas en el curso que estoy comenzando para  reflexionar...

Y entre los materiales, destacaba entre otras, también la siguiente... 
¿qué os gustaría que no se perdiese con la  tecnología, qué debería estar por encima de ésta? 

La propuesta en algún momento mencionaba el hecho de "recuperar la utopía" en concreto las utopías pedagógicas... Me ha parecido que las preguntas apuntan y señalan un mismo núcleo: al ser humano que somos, el qué hemos sido y el que desconocemos cómo será...
E inevitablemente la reflexión me lleva, en el inicio, a los clásicos...

Este recorrido hace una primera parada en la tensión socrática. Miro dos polos, dos tensiones, que intuyo que la educación no debe perder:

_ La capacidad de asombro, la sugerencia de la pregunta. 
Es el carácter más expansivo de esta tensión, la del cuestionar el saber (saberes, información, los datos), la del "sólo sé que no sé nada" que hoy podemos intuirla metamorfoseada. Percibida en el momento en que apabulla el caótico caudal de información de nuestros timeline varios... 
Si estamos atentos, quizás la reconocemos en la tímida queja del inicio de cualquier actividad pedagógica, en el "es mucho material", "no sé por dónde comenzar", "qué fuente elijo", etc. 
Este asombrarse, preguntar y percibir lo ignorado es el tesoro del cuál Socrates planteaba el alumbrar "lo nuevo"... Creo que el retorno a la infancia, el beta permanente, es algo que la educación no puede perder sin perderse.

_ Un segundo polo, más intrínseco, es el del "conócete a ti mismo" que proponía el filósofo. 
Comienza a ser percibida (cada vez más urgente) la necesaria educación en la intimidad, interioridad. Crear posibilidades de desconexión. Solitariedad que no aislamiento. Dar cabida en toda pedagogía al pensamiento crítico, a la autonomía y autoconocimiento, por tanto, al acto creativo. Creatividad que se nutre y alterna entre el compartir y la producción solitaria, en ocasiones artesana.

Otro alto en el camino reflexivo, me lo ofrecía el comentario de un compañero del curso al hablar de la Ciencia Ficción y sus miles de futuros posibles... Un marco para pensar lo que no queremos que se pierda con la tecnología... O planteando de otra manera lo que queremos que permanezca... 
Esta señal de mi compañero me ha remitido a mis lecturas de infancia de Bradbury, Asimov o A. Clark y a los visionados de la serie británica Black Mirrow o a la recién estrenada Oblivion. Sugerentes mundos que me invitan a reafirmar una certeza, un mantra personal de poderosa fuerza pedagógica: Nada de lo humano me es ajeno.
El educador, el formador, el animador o el curator (de contenidos) necesita no perder de vista lo "humano". Humanidad que paradójicamente en cada época adquirirá significados nuevos y referencias de siempre.

Un aspecto que deseo mencionar es la para mí "necesaria" superación de la dualidad "lo natural" vs "lo técnológico". Dualidad que aparece en muchos reclamos actuales. La descubro a diario en conversaciones, en artículos de divulgación, etc. Relaciono con ello, además, una característica que me parece imprescindible en cualquier pedagogía: la de evitar el miedo. Me refiero a perder el miedo en el discurso pedagógico. 
No tener miedo al hecho tecnológico o a la tecnología. Lo natural, en los seres humanos, es que seamos tecnológicos. Somos seres con tecnología, creadores de tecnología porque somos seres abiertos, inacabados. Desde antes del fuego, pasando por la imprenta. Creo que la tecnofobia, puede presentarse como antipedagógica, por dos razones: porque la tecnología es parte de "lo humano" y toda pedagogía por definición tiene que ser humanizadora y otra por finalidad, ya que cualquier pedagogía presupone o necesita de la esperanza como horizonte. Esta última mención es inspirada por otra necesaria, para mí, parada en el camino pedagógico: el detenerse a la sombra del árbol de Paulo Freire. Dejo por tanto la "palabra", siempre actual, a él: